Palabras de mi boca que recolecto del olvido

Estas son algunas de las cosas que he escrito y en relecturas he adorado leer y puesto aquí para no dejar que se conviertan en polvo de olvido.

Andrés Vera.

Tomo I
(Textos del 20 de Mayo de 2008 al 18 de Octubre de 2008)


"Un poco a la defensiva(...)" (ver)


"(...) No aguantó: En un instante de repulsión, tomó su piel, y la arrancó de una sola vez (...)" (ver)


"(...)Soy adorablemente olvidable,
pero no saben que en el fondo, jamás me olvido:
Me añejo como el mejor de los vinos jamás visto." (ver)


"(...)Andrés ¿no te gustaría estar pololeando? -alcé la mirada y sonreí.-" (ver)


"(...)Tú y yo nos vamos perdiendo, y no nos detenemos; y es que ninguno de los uno tiene motivos para hacerlo..." (ver)


"(...)A veces me pierdo, me enredo, me confundo, me desaliento, pero siempre hay una sonrisa, un te extraño, un adios de la mano de un hablamos luego." (ver)


"(...)I am sad, i have to admit it, but it's life, right...?" (ver)


"(...)¡Que alguien apague el cielo para poder dormir!" (ver)


" When all has changed, someone has grown... " (ver)


"(...) O sa astepte pentru tine." (ver)


"(...)Un mismo segundo
que como aplauso golpea el silencio
un silencio que nos separa(...)" (ver)


"(...)Una lágrima que se resiste a cumplir con su entrada triunfal por miedo a hacer el ridículo. Unas mejillas que empiezan a colmarse de sangre y que avientan, presionan, fuerzan a la tristeza que por ahora, tiene pánico escénico." (ver)


"Como cada 20 de Mayo me pongo a pensar
en botas, mariposas,
chocapic, perros
vacas, pasto seco
cactus, stickers
Dulce Noviembre
Ricardo Arjona
rollitos, susurros
dientes, chasquilla
gritos, jueves
dentistas (...)" (ver)


(en construcción...)

Un poco a la defensiva.

Como siempre completas las lineas sólo en mi mente; estás o nunca estuviste...?

Estoy...?

No niego ninguna posibilidad: eso es lo que me han enseñado y lo que orgullosamente he aprendido.

Microcuento: Intenta dormir dormilon.

Era tarde y el cielo se había cansado de alumbrar. Estaba en su cama tratando de cerrar los ojos para dormir, pero el calor de la noche no se lo permitía. Sacó el cubrecama y logró dormirse por un rato bajo delgadas sabanas blancas. Sin embargo, volvió a despertar por la temperatura agobiante que lo apremiaba y arrojó las sabanas que lo cubrían hacia la ventana que ya se encontraba abierta de par en par. Pasaron minutos y el ambiente se tornaba anaranjado. El sudor lo ostigaba y el cuarto ya no tenía aire. No aguantó: En un instante de repulsión, tomó su piel, y la arrancó de una sola vez. El cambio fue notable y por un momento pudo sentir algo de brisa en el obscuro dormitorio. Pero no lograba aliviar. Y así, sabiendo de los positivos resultados, sigió con la musculatura, sus organos, su pelo, sus dientes, se sacó todo lo que lo cubría y cuando arrojó su cerebro, y en él su mente, pudo sentir un frio reconfortante, paz y así se durmió por siempre.

Andrés Vera.

Microcuento: Cuestión de moral.

En alguna época el hombre, ser viviente, decidió que lo más valioso por sobre todo, era su vida.

Una tarde, un árbol se precipitó del cielo sobre la horrorizada mirada de un infortunado caminante. Se investigó homicidio frustrado a lo cuál siguió una injusta y triste condena: silla eléctrica.

De esta forma, los que se hallaban en contra de su muerte lo velan hoy: 24 de...

Andrés Vera.

Adorablemente olvidable.

Me olvidan por cientos, por miles; me olvido.
Soy adorablemente olvidable.
Me piensan, me sueñan, me viven, me esperan...
al igual que esperan a un olvido olvidado recuerdo.
Soy digno de sueños pero no de piernas.
Me cansé de tanto leer como me olvidan.
Cierro los ojos y vuelo vuelvo a mi olvido.
Soy adorablemente olvidable,
pero no saben que en el fondo, jamás me olvido:
Me añejo como el mejor de los vinos jamás visto.

Andrés Vera.