Maldito gato!
-Andrés, ¿Cuándo vas a subir la bolsa que te toca? El gato la va a romper y vas a tener que hacer doble trabajo-mi madre mencionaba mientras picaba una cebolla fielmente parada frente al lavamano, en la cocina-.
Y eran las 4 de aquella calurosa y agobiante tarde, cuando a través de las cortinas, a contra sol, mientras la televisión anunciaba comerciales de alfombra roja, vi una gran sombra acompañada de un sonido a rasgadura: Noooo...! Maldito gato!
Me corrí hacia la izquierda, abrí la cortina pero no divisé gato alguno, sino una café pequeña mancha. Me asusté. -Un ratón por la cresta...-pensé-, y mientras mis pupilas se terminaban de dilatar, el aguilucho alzó vuelo, majestuoso, dejando al descubierto sus amarillentas bandidas garras.
-Mamá, adivina qué, el gato no era nada el que rompía las bolsas-le decía a sonrisa abierta-.
-Era el aguilucho-respondió-.
Su reconocimiento no opacaba el mágico descubrimiento que había transformado aquella calurosa tarde, en algo especial.
noviembre 26, 2008
noviembre 18, 2008
Marraqueta amiga
-Sí, gmail es mi fuente de poder absoluto.-resonaba en mi cabeza mientras veía en la pantalla un evidente "cargando..."-
Estaba en la cocina a luz intensa, y sobre la mesa un envase verde de quesillo fresco. Hoy en día hacen muchos quesillos frescos, pero se encontraba esa vez, el fiel, agradable, blando quesillo Next. Junto a él, un cuchillo, y a su lado, la mantequilla. Mi cabeza comenzó a idear el pan con el quesillo dentro, y sin darme cuenta mis manos ya habían tomado el cuchillo y el quesillo estaba a "tapa abierta". Me di la vuelta he introduje la mano en la bolsa del pan, tristemente colgada y sin otra función vital que contener el pan mientras se endurece por el paso de los días, y en ese momento, en ese mismo instante, la vi sola, café, tibia. Una mitad de marraqueta que sobresalía de la bolsa del pan. La tomé. Sosteniéndola a la altura de mis hombros, la miraba con paciencia, con calma, y me pareció sumamente agradable...no aguanté:
-Está bien bueno este quesillo ha?-sentencié-.
Me miraba atentamente.
-Si, si...hoy en día hacen muchos quesillos frescos.-
Tomé el cuchillo pero el corazón se me apretó hasta en lo profundo.
-En realidad estamos conversando...-le decía en voz baja mientras la miraba- en realidad estamos conversando...!-
Me seguía mirando atentamente, con su dulzura, a su manera, con sus ojos, directo a los mios penetraba su olor enmudecido.
Estaba en la cocina a luz intensa, y sobre la mesa un envase verde de quesillo fresco. Hoy en día hacen muchos quesillos frescos, pero se encontraba esa vez, el fiel, agradable, blando quesillo Next. Junto a él, un cuchillo, y a su lado, la mantequilla. Mi cabeza comenzó a idear el pan con el quesillo dentro, y sin darme cuenta mis manos ya habían tomado el cuchillo y el quesillo estaba a "tapa abierta". Me di la vuelta he introduje la mano en la bolsa del pan, tristemente colgada y sin otra función vital que contener el pan mientras se endurece por el paso de los días, y en ese momento, en ese mismo instante, la vi sola, café, tibia. Una mitad de marraqueta que sobresalía de la bolsa del pan. La tomé. Sosteniéndola a la altura de mis hombros, la miraba con paciencia, con calma, y me pareció sumamente agradable...no aguanté:
-Está bien bueno este quesillo ha?-sentencié-.
Me miraba atentamente.
-Si, si...hoy en día hacen muchos quesillos frescos.-
Tomé el cuchillo pero el corazón se me apretó hasta en lo profundo.
-En realidad estamos conversando...-le decía en voz baja mientras la miraba- en realidad estamos conversando...!-
Me seguía mirando atentamente, con su dulzura, a su manera, con sus ojos, directo a los mios penetraba su olor enmudecido.
noviembre 11, 2008
Una mirada atrás un suspiro en el presente
Pensando en lo nuevo he llegado a reflexionar sobre lo antiguo.
En su momento pensé junto a mi almohada que 2 años era tiempo suficiente para que el terminar fuera una experiencia dolorosa; te miraba a los ojos cada vez que volvía a La Serena y te encontraba hermosa. Te miraba a los ojos y me decía a mi mismo que tú eras la persona con la cual quería estar por siempre. Te miraba a los ojos y me sentía completo.
Y llegaron aquellos días. Un paquete de tiempo que se rotulaba: Término de relación de 3 años. Y ya no tuve que imaginarme como sería estar sin la mujer que tanto había querido, por tanto tiempo, a quién sentía, en ese momento, amaba con todo mi corazón. No tuve que imaginármelo; lo sentí en la piel, en mi mente, en mi ánimo, en mi espíritu, en mi boca, en todas partes.
Pasó el tiempo.
Ahora estoy sentado sin apoyar la espalda en el respaldo; el celular ha sonado: ha llegado mensaje, lo miro y sonrío.
Ahora estoy aquí, y una sensación de calma invade mi cara desaliñada por la ausencia de un calefon bueno estos últimos días.
Y aquí estoy ahora, esperando que algo suceda.
En su momento pensé junto a mi almohada que 2 años era tiempo suficiente para que el terminar fuera una experiencia dolorosa; te miraba a los ojos cada vez que volvía a La Serena y te encontraba hermosa. Te miraba a los ojos y me decía a mi mismo que tú eras la persona con la cual quería estar por siempre. Te miraba a los ojos y me sentía completo.
Y llegaron aquellos días. Un paquete de tiempo que se rotulaba: Término de relación de 3 años. Y ya no tuve que imaginarme como sería estar sin la mujer que tanto había querido, por tanto tiempo, a quién sentía, en ese momento, amaba con todo mi corazón. No tuve que imaginármelo; lo sentí en la piel, en mi mente, en mi ánimo, en mi espíritu, en mi boca, en todas partes.
Pasó el tiempo.
Ahora estoy sentado sin apoyar la espalda en el respaldo; el celular ha sonado: ha llegado mensaje, lo miro y sonrío.
Ahora estoy aquí, y una sensación de calma invade mi cara desaliñada por la ausencia de un calefon bueno estos últimos días.
Y aquí estoy ahora, esperando que algo suceda.
noviembre 02, 2008
Reflexiones de Primavera
Más ruidos salen al alba. Ruidos que a veces no comprendo, no entiendo, no veo.
Esta mirada siempre cabisbaja se convierte en una dulce adicción; me consume la alegría, el encanto, la fuerza, la fe. Estimo en un 2% la razón que he dado a tus palabras que, debo admitir, me llegaron dentro. Suelo tomarme algunas cosas muy a pecho, y a veces sobrerreaccionar con ellas, darlas vuelta en mi cabeza, pensarlas, y hacer algunas cosas bajo su influencia.
Cuando no soy yo, me da rabia. Cuando no puedo expresarme libremente, me da rabia. Pero pensarlas es lo mejor, porque aunque me de rabia, me hacen crecer, porque no dudaría en que un amigo siempre te dirá las cosas para mejor, cierto...?
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