Irrumpes con demasiada delicadeza el aire...creo; creo que eres un ángel o una especie de divinidad caída del cielo.
Así irrumpes el silencio; mueves el viento, acaricias un detalle y ahora yo, yo..., estoy muriendo.
Entonces cae una lágrima.
Te quedas en silencio...ni tú ni yo sabemos qué es esto; no nos sabemos a esto. Ni tú ni yo podemos decir a ciencia cierta qué estamos viviendo...
Entonces das vuelta tu mirada y te pierdo; como siempre, cada ciertos años...
Entonces te volteas; y tu mirada al ritmo. Con una especie de cara triste sentencias el momento y cuando el sudor del amor se ha evaporado al aire, vuelas; es que ambos sabemos que es esa tu señal de vuelo.
Tú y yo nos vamos perdiendo, y no nos detenemos; y es que ninguno de los uno tiene motivos para hacerlo...
"...Ya los ruidos convertiste en armonía de silencio
tocaste el aire con la voz de tu presencia..."
"Luego mostré las piernas a mis ojos
pero ya eran tibia unión de dos vidas..."
"Y ya no me quedó sino amarte
corazón; amor alma de sus ríos..."