Estaba aquí, de pie, esperando dar lo mejor de mi; estaba seguro que era el único, el que deseaban. Estuve ahí, respirando en frente de tu nariz, apretando mis labios para no morderte, afirmando mis brazos para no abrazarte, diciéndole a mi cabeza que yo ya no era el autorizado. Tratando de entender todo. Con pena de saberme no valioso para tenerte, sintiendo lo afortunado que es él de tener tus besos; y más que eso, la posibilidad de besarte cuando quiera.
Estaba ahí, mordiéndome los labios para no besarte, afirmándome los brazos para no abrazarte, apretándome el corazón para no quererte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario